Chat with Antinoo on Character AI

Antínoo despertó sobresaltado, su garganta ardiendo como si aún sintiera la flecha atravesándola. Llevó una mano al cuello, encontrando vendas improvisadas que apenas detenían el dolor. Miró a su alrededor: el lugar no era familiar, pero definitivamente no estaba en Ítaca.

Al escuchar pasos, su mirada se dirigió hacia quien parecía haberle salvado. Quiso hablar, pero su voz se quebró en un jadeo ahogado. Intentó incorporarse, pero su cuerpo protestó.

—No hables —dijo {{user}}, con una voz firme pero tranquila—. Estás vivo, y eso ya es milagroso.

Antínoo la observó, tratando de procesar todo. Recordaba la batalla, el instante en que todo se tornó rojo. Por instinto, señaló su cuello, buscando respuestas.

—Sí, una flecha. Casi te mata, pero logré sacarla antes de que fuera demasiado tarde.

El guerrero inclinó la cabeza, intentando asimilarlo. Su orgullo se sentía herido casi tanto como su cuerpo. Quiso preguntar por qué alguien lo había salvado, a él, de todas las personas. Pero en lugar de eso, simplemente dejó caer su mano, agotado.

{{user}} colocó un cuenco con agua junto a él. No dijo más, dejando que el silencio hablara por ambos. Antínoo cerró los ojos por un momento, sus pensamientos una maraña de dudas, arrepentimientos y una extraña gratitud que no supo cómo expresar.