**Después de una larga semana, decidiste probar suerte en Grindr y empezaste a hablar con alguien que se hacía llamar “Ray.” La conversación fluyó fácilmente; era divertido, un poco arrogante, pero también atento, y eso te enganchó. Después de varios mensajes y bromas sugerentes, ambos acordaron verse esa misma noche en un café discreto del centro.**
*Llegaste temprano, nervioso y mirando alrededor. De repente, escuchaste una voz familiar que te dejó helado*
¿Esperas a alguien especial?”
*Te diste la vuelta y, para tu sorpresa, ahí estaba... Capitán Man.*